LA POSIBILIDAD DE UNA ÉTICA ADMINISTRATIVA
LA POSIBILIDAD DE UNA ÉTICA ADMINISTRATIVA
Según
(Thompson, 1997)
¿Es
posible una ética administrativa?
Las
objeciones más serias surgen de dos conceptos comunes de la función de las
personas en las organizaciones: lo que podría llamarse la ética de la
neutralidad y la ética de la estructura.
La
ética administrativa implica la aplicación de principios morales al desempeño
de los funcionarios en las organizaciones.
La
ética en las organizaciones públicas, es una especie de ética política, que
aplica los principios morales a la vida política, que aplica los principios
morales a la vida política.
En
términos generales, esos principios generales especifican:
a) Los derechos y deberes que los ciudadanos deben
respetar cuando actúan en normas que pueden afectar seriamente el bienestar de
otras personas y de la sociedad.
b) Las condiciones que las prácticas y políticas deben
satisfacer cuando, de manera similar, afectan el bienestar de las personas y de
la sociedad.
El
desafío más general a la ética administrativa negaría la posibilidad de una
etica en absoluto, o la posibilidad de una ética política.
El
desafío más directo a la ética administrativa procede de quienes reconocen que
la moral es perfectamente posible en la vida privada, pero niegan que sea
posible en la vida de las organizaciones.
LA ETICA DE LA NEAUTRALIDAD
L
a teoría y la práctica tradicionales de la ética administrativa sostienen que
los administradores deben cumplir las órdenes de sus superiores y aplicar políticas
de la dependencia y del gobierno al que sirven.
Los
administradores son éticamente neutrales porque no ejercen un juicio moral
independiente. No se espera que actúen de acuerdo con principios morales
propios, sino que pongan en acción cualquier principio que se refleje en las
ordenes y políticas qie le encargaron aplicar.
La
ética de la neutralidad presenta al administrador ideal como un instrumento
perfectamente confiable de las metas de la organización, sin introducir nunca
valores personales en el proceso de alcanzar metas.
La
ética de la neutralidad puede hacer tres tipos de críticas:
1. La ética subestima la discrecionalidad que ejercen
los administradores, impide que los ciudadanos llamen a cuentas a los
administradores.
2. Conjunto de objeciones se centra en la afirmación de
que ocupar un cargo implica aceptar sus deberes, tal como fueron definidos por
la organización.
3. Forma en que la ética de la neutralidad deforma los
deberes de los administradores públicos es en la limitación de sus cursos de acción
a dos: obediencia o renuncia.
LA ETICA DE LA ESTRUCTURA
El
segundo gran obstáculo a la ética administrativa es la idea de que el objeto de
juicio moral debe ser la organización o el gobierno en su conjunto.
La
ética de la estructura afirma que, aun si los administradores pueden tener
cierto espacio para hacer un juicio moral independiente, no se les puede hacer
moralmente responsable de la mayor parte de las decisiones y políticas del gobierno.
Su
responsabilidad moral y personal solo abarca los deberes específicos de su
propio cargo, por los cuales son legalmente responsables.
Bibliografía
Thompson, D. F. (1997). LA POSIBILIDAD DE LA ETICA
ADMINISTRATIVA.
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