LA RESPONSABILIDAD SOCIAL Y SUS GRADOS: LOS CÍRCULOS CONCÉNTRICOS
LA
RESPONSABILIDAD SOCIAL Y SUS GRADOS: LOS CÍRCULOS CONCÉNTRICOS
Según (Guillen Parra Manuel, 2006) , Las “responsabilidades
básicas” de las organizaciones empresariales serían la producción de bienes y
servicios, la creación de empleo y la contribución al crecimiento económico.
Como segundo grupo
de responsabilidades, en un círculo que envuelve al anterior y que implica
estar por detrás de las responsabilidades básicas, se encontrarían las “responsabilidades
de prioridad social” relativas a las relaciones laborales, protección de
accidentes, información al consumidor y conservación del medio ambiente. Por
último, en un tercer círculo concéntrico, otras responsabilidades que aparecen
más alejadas de las básicas o nucleares son las “responsabilidades de cambio
social” que incluirían aspectos como el urbanismo, el desarrollo económico,
cultural, artístico, etc.
·
Las
responsabilidades primarias de una organización
serían las obligaciones que se tienen para con aquellas personas directamente
implicadas en la existencia de la organización, en su finalidad última o misión
específica. O lo que es lo mismo, las personas que son artífices directos de su
misión específica.
·
Las
responsabilidades secundarias de una organización
serían las obligaciones que se tienen para con aquellas personas indirectamente
implicadas en la misión específica de la organización, y estarían por detrás de
las responsabilidades que se tienen para con aquellas personas que directamente
la hacen posible.
·
Las
responsabilidades terciarias de una organización
serían las obligaciones que se tienen para con aquellas personas o agentes
sociales no implicadas en la misión específica de la organización, pero que
forman parte de la sociedad en su conjunto.
El enfoque de los
círculos concéntricos es coherente y complementa a los principios analizados en
el primer apartado (principios institucionales y principios de actuación
personal), que hacían referencia a la responsabilidad de cooperar al bien
común. «No es necesario que cada ciudadano oriente todas sus acciones
directamente al bien común; su contribución al bienestar de la comunidad
consiste en primer término en afrontar las responsabilidades específicas
inherentes a su condición».
Bibliografía
Guillen Parra Manuel. (2006). Etica en las
Organizaciones . Madrid: PEARSON EDUCACIÓN, S.A.
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